Desilucionarse es ver caer todos tus sueños y sentir que durante ucho tiempo creíste en algo que realmente no tenía sustento ni existencia.
Rendirse es creer que nada va a cambiar por más esfuerzo que hagas, es pensar que la meta ya está lejos y que no vale la pena tratar de alcanzarla.
Resignarse es aceptar aquello que quisiste negar , es entender como son las cosas y decidirse a convivir con ellas.
Sufrir es sentir un profundo dolor en el pecho que se expande a todo el cuerpo y arde hasta respirar.
Morir es tener el alma destrozada, vacía y aniquilada, es dejar de llorar, de reír y de soñar, es convertirse en un cuerpo que actua por inersia y solo espera la salvación o el fin.

Daira Bernhardt.